>Antes que nada, me gustaría decir algo; es sobre el plagio. Últimamente, están hablando del plagio. Bueno, el plagio si no lo sabíais es que te copien algo de tu blog, exactamente igual o que cojan información y después digan que lo han descubierto por sí solos, etc. Así, que a partir de ahora, he decidido unirme a gente contra el plagio (porque a ningún bloggero nos gusta que nos copien cosas que nosotros mismos investigamos o cualquier cosa así). Por lo tanto, gracias al blog de Saquito de Agujas de Pino, me he podido enterar y he hecho lo que yo veo para cuidar a mi blog, así que ahora podréis usar el botón derecho del ratón (antes no podíais, lo prohibí yo) y ahora sí, pero no podéis copiar nada, es decir, no podréis subrayar. Si tienes un blog, comenta este tema, y si quieres hacer lo mismo que yo, entra en esta página y haz lo que veas correcto. Para ir a la página, pulsa AQUÍ.
>Deciros que he actualizado la página del Rubius: he clasificado mejor los vídeos, he puesto nuevos de GTA (ya publicados hace tiempo, pero también los recientes), de "Miedo everywhere" (donde, por ejemplo, está el último vídeo de miedo que subió), de Ju-On, etc; he añadido en Varios el Drew my Life, los del Happy Wheels he añadido hasta el 10, tenéis todos del Chatroulette, Virgen y Gordo hasta los cuarenta tenéis todos (los 18), he puesto dos más de Juegos en 1 minuto y he añadido los tres vídeos de Meet the Rubius.
Ahora, os dejo el segundo capítulo de Diario de una Nefilim. Espero que os guste :3
Capítulo 2
Paso la tarde sentada en el borde y
pronto anochece. Justo cuando me voy a ir, veo de nuevo el punto plateado
dirigirse hacia el islote. Abro mucho los ojos y sonrío: lo sabía. Vuelvo a
casa y pido disculpas por haber tardado tanto, poniendo la escusa de que me
encontré con una amiga y me entretuve por el camino.
Al día siguiente,
pasa lo mismo en el instituto, por la mañana pasa el chico rubio. Las tres
primeras horas, no estuve muy atenta a lo que explicaba el profesor, pensando
en el punto plateado y en el sueño que he tenido esta noche: seguía al punto y
cuando estaba a punto de conseguir cogerlo, éste cogía velocidad y se iba.
Por la tarde, me
toca clases de aprendizaje de “francés”, pero que en realidad es... sí, es una
academia donde se estudia francés, pero nuestro profesor es un ángel y nos
enseña a mí y a otros tres, técnicas para nefilim: normas, poderes que podemos
tener, etc... Mi clase es amplia a pesar de que somos cuatro en total y cinco
contando con el profesor.
-Hoy aprenderemos a
levitar un poco-comenta el profesor.-Por suerte tenemos un nefilim con ese
poder-dice y extiende una mano en dirección hacia mí.-Adelante.
Suspiro.
-Lo que hay que
hacer es sentarse con las piernas cruzadas y relajarse todo lo posible, dejando
la mente en blanco-digo y a medida que lo cuento, lo hago.
Pronto estoy
levitando.
Volviendo a casa,
pienso en que seguramente mis padres no sepan en realidad qué soy, pero una
parte de mi cerebro dice que se están haciendo los tontos y que lo deben de
saber, porque deben de haberse fijado varias veces en las dos pequeñas
cicatrices que tengo y que apenas se notan en la espalda, exactamente en los
omóplatos. Nunca han sacado el tema y eso me alivia.
Y así pasa la
semana. Instituto, deberes, 'biblioteca'. Instituto, deberes, 'biblioteca' y
según el día que toque, academia de 'francés'.
Sigo viendo al punto
cuando anochece, incluso he empezado a llevarme los deberes al acantilado para
hacerlos allí.
El viernes decido
quedarme en el acantilado y seguir el punto. Pero no va a ser tan fácil.
Anochece y me voy
temprano a casa antes de que aparezca el punto. Ceno rápida y finjo irme a la
cama, poniendo muñecos bajo las sábanas y salgo por el patio que hay en el piso
de arriba de mi casa. Hecho el vuelo rápidamente hacia el acantilado y llego justo cuando el punto plateado se dirige hacia el islote.
Aumento la velocidad
todo lo que mis alas me permiten y lo sigo. No quiero que lo que sea que sea
eso descubra que lo estoy siguiendo, así que mantengo la distancia.
El punto brilla
tanto que me cuesta diferenciarlo a veces, pero por fin aterriza en la arena
del islote que está poca poblada, es como si fuese un barrio, y observo que no
es más que un... humano. Un nefilim.
No.
Un ángel.
Es un ángel, las
alas tocan el suelo.
Las pliega con un
movimiento rápido y no puedo evitar hacer lo mismo por protección. La persona
tiene mi altura y lleva una chaqueta negra y unos pantalones negros, con un
gorro (negro) que le cubre el pelo.
Lo sigo por las
calles y llega a una parte del islote despoblada, es un bosque. La persona
avanza con paso rápido y sin querer, piso una rama que cruje. Me escondo
rápidamente tras un árbol mientras la persona mira hacia atrás. Cuento hasta
diez tras oír los pasos que siguen. Llegamos a una pequeña casa de una sola
planta con un porche de madera y una zona sin árboles. Si la lío, no tengo
sitio donde esconderme, a no ser que despliegue las alas y coja altura, pero no
la puedo liar de esa manera.
La persona sube los
escalones de porche y saca del bolsillo de sus pantalones un manojo de llaves
mientras busca la llave con dificultad por la escasa luz que hay. A medida que
busca la llave, me acerco más. Si es un ángel podría conocerle, que me cuente
cosas, conocer a un ángel más a parte de mi profesor de la academia y de mis
amigos nefilim.
Me acerco más a la
persona cuando está metiendo la llave y girando la cerradura. Abre la puerta y
doy un paso... en falso. Me entran ganas de estornudar y lo hago, no puedo
remediarlo. A pesar de que mis estornudos son débiles y casi insonoros, la
persona se queda quieta antes de entrar. Abro mucho los ojos y antes de que se
gire, despliego las alas y...
La persona se gira.
-Tú-digo a pocos
centímetros del suelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario