Capítulo 15

Hola lectorees!!

Siento haberos dejado tanto en espera con el capítulo 15 ^-^'' Pero bueno, aquí lo tenéis ya. Es mi regalo hacia vosotros por hoy: feliz Nochebuena y espero que hayais sido buenos para que nuestro querido Santa os traiga algún regalito, haha ^^ Espero que os guste este capítulo :) 

 

Capítulo 15: Campo de batalla

Me cepillo los dientes en el cuarto de baño mientras Nina se viste en su dormitorio. Aún sigo pensando en lo que hizo ayer Jerome... Nadie me había besado, excepto en un teatro que hice el segundo año en el instituto, que tuve que besar a un chico un poco feo, pero ese beso no cuenta. Sigo cepillandome los dientes, aún tenía el dulce sabor de los labios de Jerome. Me besó con bastante ternura. ¿Un truco o sería verdad? Se lo pensaba contar a Nina, aunque se enteraría de todas formas. Salgo del cuarto de baño, aunque me doy media vuelta y vuelvo a entrar para hacerme una cola. ''Deberías de recogerte el pelo'' me aconsejó Nina antes de que entrase en el baño. Recojo mi pelo con una cola, ni muy alta ni muy baja, dejándome el flequillo suelto. Salgo del cuarto de baño y Nina sale a la misma vez que yo, ambas con el mismo uniforme y con el pelo recogido, pero ella lo lleva con dos colas bajas. Salimos de la cabaña y nos dirigimos al campo de batalla.

Cruzamos el puente y nos vamos hacia nuestra parte. Al acercanos, ya están todos los de mi equipo (el grupo C entero). El capitán, un chico descendiente de Atenea y Ares, es puro adicto a las batallas y con él, según Nina, siempre se gana. Veo a Jerome que está viendo las armas. No sé si hoy me apetece a hablar con él... El capitán nos avisa a todos y empieza a darnos las explicaciones para conseguir la bandera del otro equipo.

-Tenemos que conseguir la bandera roja a toda costa. Utilizad bien vuestras armas y atacad a todo lo que se mueva o respire. Los descendientes de Poseidón, os quedaréis de protección de nuestra bandera, con un escudo de agua que formaréis, haced una cascada o algo que la proteja, si es posible. Tenemos que tener cuidado con algunos descendientes del otro equipo, hay algunos que se camuflan bastante bien-explica, suspira y me mira.-Annie, tu con algunos descendientes más de Artemisa, podréis escalar a los árboles y disparar las flechas desde las ramas. Los demás, a luchar por tierra. Preparaos, vamos a ganar-termina el chico.

Me dirijo hacia las armas y cojo veinte flechas que meto en un carcaj y me lo echa a la espalda. También cojo un arco y me voy con otros cuatro descendientes de Artemisa hacia los árboles, pero Nina me para, tirándome de un brazo hacia ella.

-Ten cuidado. No sabes quién está en el otro grupo, ¿verdad?

-No, ¿quién?

-Amber. Por cierto, lo sé todo, ahora corre-dice y me empuja antes de que pueda formular una pregunta.

Mientras persigo a mis compañeros arqueros, pienso en algunas explicaciones que me dio Nina ayer por la noche sobre esta actividad: puedes hacerte daño y te tiras al suelo sólo cuando te sientas agotado y no puedes más. Me meto entre los árboles con mis compañeros, una chica y tres chicos.

-Bueno, Annie, eres la profesional-dice uno de ellos.-¿Qué hacemos?

-Creo que dos de nosotros deberíamos de irnos un poco más adelante para estar más cerca de la bandera, los otros de protección-aconsejo, que al parecer, me han puesto de capitana en nuestro diminuto grupo.

-Yo voy contigo-dice un chico más bajo que yo.

-Suerte-decimos todos a la vez.

Mi compañero y yo corremos hacia delante. Ya es momento de estar en silencio. Le señalo al chico con el dedo un árbol y éste asiente y sube rápido. Corro un poc más adelante. Tengo el uniforme verde oscuro que me permite bastante agilidad, pero encima llevo una armadura de estilo romano que pesa lo suyo. Me acerco todo lo posible al grupo enemigo y cuando oigo sus voces, subo a un árbol con ramas gruesas. Cargo una flecha. No puedo hacer nada hasta que no suene un gong. Nina me explicó también que el monitor de esta actividad no observa desde la gran cabaña, ya que hay muchas cámaras en muchos sitios de aquí y que están continuamente grabando y así el monitor, toma anotaciones. Veo a lo lejos el pelo negro con las mechas de Amber. Nina no me tuvo que haber dicho nada de que estaba en este grupo, aunque ha hecho bien, tendré mucho más cuidado. Quién sabe lo que me puede hacer, ¿rompermer un brazo? Meneo la cabeza y pienso en algo más importante. ¿A qué se refería Nina con 'lo sé todo'? ¿Se habrá enterado el asunto del beso con Jerome?

El gong suena y hace que salga de mis pensamientos y me centre en la actividad. Se oye un grito guerrero que viene desde la bandera roja. Gente sale corriendo bajó mí y veo a Amber. 'Esta es mi oportunidad' pienso y le lanzo la flecha que tenía cargada, pero la chica es más rápida y la esquiva, sin darse cuenta de que estoy aquí arriba. Las flechas tienen los picos cubiertos con un poco de cuero, igual que el resto de armas, así que te duele el impacto, pero no se te clava. Empiezo a tirar flechas con rapidez y ya hay algunos tumbados en el suelo, haciendose los 'muertos'. Salto de un arma a otra como puedo y llego cerca de la bandera roja. Hay una chica que está haciendo una especie de remolino de aire alrededor de la bandera, que se agita bastante fuerte, pero resiste. La chica hace movimientos con las manos y el remolino pequeña pasa a ser un tornado. Tengo que bajar del árbol y lanzar una flecha a su espalda, si se la tiro desde otro punto, saldrá volando hasta el tornado. Bajo del árbol y ando muy silenciosa hasta que me escondo detrás de un árbol a pocos metros de la chica. Cargo una flecha y apunto bien a su espalda. Antes de lanzar la flecha, paro: el tornado puede desviar a la fecha con su fuerza. Me voy un poco más a mí izquierda y apunto de nuevo. Suelto. La flecha sale disparada y le da en la espalda a la chica, que se gira, afloja los hombros y se derrumba, 'muerta'.

Mi momento. Tengo que coger la bandera roja y llevarla a mi lado. Miro a los alrededores varias veces y corro todo lo que puedo hacia la bandera. Al estar junto a la bandera de color rojo, la arranco del suelo y miro a la chica.

-Eres bastante buena, ya nos avisó Amber. Pero ella pensó mal, creía que estabas de defensa, pero estabas de ataque... Muy listo, tu grupo-dice y me encojo de hombros.

-Gracias, pero se dice que los muertos no hablan-digo y ambas sonreímos.

Salgo corriendo entre los árboles hacia mi campo. Tengo que bajar la pendiente que hay de tierra, después todo plano y algunas colinas pequeñas. Corro todo lo que puedo, pero es inútil con esta armadura que me han puesto, pesa mucho. Paro junto a un árbol, dejo la bandera en el suelo junto el arco y el carcaj y me deshago de la armadura. Me cargo de nuevo el arco con una flecha y meto la bandera dentro del carcaj. Antes de salir de nuevo corriendo, esta vez más rápida (seguramente...), una voz suena detrás mía que me pone los pelos de puenta.

-Ya eres mía.