Capítulo 10

Hola ^-^

Siento si ayer no pude subir el capítulo, es que me entretení terminando de leer 'El misterio del eunuco', que por cierto, me acabo de terminar el último capítulo. 155 páginas en... tres días. Está bien :) Es un libro voluntario que he elegido para leerme este 2º trimestre y la verdad es que está muy bien, os aconsejo de que os lo leáis. Va de la misteriosa muerte de un hombre castrado (eunuco) y que acosan a uno que el califa (el libro es época musulmán) cree que ha sido él el que ha matado al eunuco. Un médico y su hijo, investigan acerca de quién ha matado al eunuco. Y resulta que fue... e.e 

Os quedáis con las ganas xD Tenéis que leerlo, está muy bien. Y yo tengo que seguir leyendo 'Eragon' que es otro voluntario y que no he adelantado nada de él durante este puente U.U Más me tengo que leer el obligatorio del instituto >.< 'El gato negro y otros cuentos de horror' Me han dicho (compis que ya se lo están leyendo) de que está muy bien e.e A ver si es verdad... Pero a ver si hoy puedo adelantar un poco de Eragon  y adelanto un poquitín, igual que voy a adelantar ahora con este 3er libro, publicando el capítulo 10.

 

Capítulo 10: Bievenidas

Me meto en mi habitación, pero antes de cerrar la puerta, llaman a la de entrada de la cabaña.

-¡Abre!-grita Nina desde dentro del cuarto de baño. 

-Uf...-me quejo, con las pocas ganas de que sea un desconocido y pregunte por mi compañera.-Tengo que dejar a Nina hacer su momento íntimo...-me digo a mí misma.

Voy corriendo hacia la puerta y aparece la mujer del mostrador de la cabaña grande, a la que he decidido bautizar como 'secretaria'. Viene cargada con una bolsa grande y larga negra, y en la otra mano, un trozo de papel.

-¿Está Annie Peet?-pregunta.

-Soy yo.

-Ten, esto es para usted, de parte del señor director-dice y me entrega la bolsa y se marcha.

Cierro la puerta y me meto en el dormitorio. Quito la bolsa negra y resulta ser el uniforme del campamento.

En la bolsa, venían varios (cinco) y todos dan un aspecto cómodo. Son de un color verde oscuro, son monos de cuerpo entero sin cremallera ni nada, pero se adaptan bien a tu perfil y seguro que están adaptados para que tu cuerpo quepa por el agujero del cuello. Son todos de manga corta y hay uno que destaca un poco: un mono de color azul marino. Me quito la ropa y me pongo uno verde, dejando a un lado el azul porque no sé para qué sirve. Mientras meto los brazos, llaman de nuevo a la puerta principal.

-¡Nina abre!-grito. Y ella contesta con un lejano 'vale'.

Termino de ponerme el mono, que me está bien, un poco grande, por lo que no se adapta bien a mi cuerpo. Es decir, no es pegado (una sensación que da al verlo). Meto los otros en la cómoda y cuando voy a tirar la nolsa negra, un trozo de papel cae al suelo. Me agacho y lo recojo. Empiezo a leer.

Estimada Annie:

El campamento le obsequia con estos uniformes que deberá de utilizar para entrenarse. Esperemos que sean de su talla al igual que el calzado. Si tiene problemas, venga a visitarme.

Señor Swits

Los uniformes vale, pero... ¿qué calzado? Estrujo la nota porque no creo que me haga mucha falta y cuando la dejo sobre la cómoda, llaman a mi habitación.

-¿Puedo pasar?

-Pasa, pasa-digo y entra Nina.

-La secretaria ha venido y te ha dejado esto-dice dándome unas botas negras.

-Ah, el calzado-digo y veo que ella tambien lleva el uniforme igual que el mío.

-El uniforme te queda bien-dice.-Venga, vayamos a desayunar.

Me pongo las botas que me están bien y salimos de la cabaña. Nos vamos hacia el puente que atraviesa el río. Hay pocos descendientes por donde andamos y algunos llevan el uniforme de diferentes colores.

-Te explico-dice cuando iba a formular una pregunta.-Hay cuatro tipos de uniformes: azules marinos, para la natación. Son bañadores de cuerpo entero. Los uniforme celestes son para descendientes que tengan entre once y catorce años. Los verdes oscuros son para los descendientes que tengan entre quince y diecisiete años, que son los que la mayoría lleva aquí. Y los uniformes de color rojo oscuro, son para descendientes de dieciocho y diecinueve años. Los monitores, de negro-explica.-El uniforme no te lo puedes quitar hasta que no termines de cenar, sea el resto del día libre o un domingo. Si te ven con el uniforme, pueden pasarte dos cosas: castigo o te toman por fugitivo.

-Vale. Entonces, ropa normal para nada hasta que tu me has dicho.

-Exacto. Tocará una campana como antes indicando el fin de las clases. Los sábados y domingos los pasas libres, pero sólo los domingos te dejan llevar ropa libre. Además, puedes participar en campeonatos que habrá (siempren hacen alguno los fines de semana) y de lunes a viernes, clases-me explica.-Tu grupo es el C, así que te ha tocado conmigo. Tienes las mismas clases que yo y que Jerome. Pero claro, no sabes a qué dioses desciendes, así que mañana te harán pruebas lo más seguro.

-¿Pruebas?

-Sí. Te sacarán un poco de sangre y te preguntarán algunas cosas. Aunque no te preguntan grandes cosas, a ti quizás solo te saquen sangre, porque has llegado sabiendo a qué dos dioses perteneces.

Pasamos la mañana andando de un lado a otro, enseñándome lugares. Si cruzas el puente del río, llegas a una especie de campo de batalla.

-Este campo de batalla sirve para usar tus poderes contra los alumnos. No se puede entrar hasta que no controles bien los poderes o tengas un permiso del maestro. Este jueves, nuestro grupo C compite contra el A.

-¿Y cómo se gana?

-Tienes que ir al otro campo del equipo rival y coger su bandera. Una vez conseguida la bandera, tienes que llevarla a tu campo sin que te la quiten. Puedes usar tus poderes o armas. Si estás cansado y no puedes más, te tiras al suelo y te haces la muerta hasta que todo termine. Al principio, te dará miedo, pero luego te acostumbras fácilmente. Además, tus compañeros te pueden ayudar. Luego si estás heridos, algunos monitores descendientes de Asclepio, dios de la medicina y curación, te curan.

-Parece interesante.

-Ese es el espíritu de un dios: siempre curioso.

Estuvimos también por la tarde visitando todo el campamento. Los descendientes que estaban en las clases, no se paraban en mirarnos. Se lo pregunté a Nina y me contestó que cada semana, llegan 2 o tres nuevos, que por eso, no se extrañan. Me explicó que el templo que hay es para que le pongas alguna ofrenda a los dioses que desciendes, ya que te pueden dar algo que quieras. Además, me reveló otro asunto cuando estábamos delante del templo.

-¿Sabes?-me dijo.-Poseidón y Atenea se oidan. Pero entre nosotras, existen dos dioses más en cada parte que hacen que no nos podamos ver-explicó y recordé lo que me explicaron en casa de Jerome.

-Y, ¿por qué se odian?-pregunté.

-Porque ambos, querían ser el patrón de Atenas. Su nombre viene de Atenea, así que... ¿quién ganó?

-Atenea...-musité y acerté.

Tras dejar aquel tema, seguimos nuestro recorrido 'turístico'. A pocos metros de la gran cabaña, está el comedor que es enorme y que cada media hora, entra un grupo a comer. A mi grupo (C) nos toca comer a las tres y media de la tarde. Por la noche, puedes pasar al comedor y pedir comida (pero tendrías que ser ligero porque se agotan). El desayuno pasa igual. Si no tienes la oportunidad de comer una buena cena o desayuno, te buscas la vida y comes alguna fruta de un árbol frutal o algo que haya (y que sea comestible).