Capítulo 10
Al llegar al borde del jardín, nos soltamos las manos y lo atravesamos corriendo. Lucy abre la puerta principal. Todo está oscuro y encendemos las linternas. Las ratas que se mueven asustadas y se esconden corriendo, hay suciedad por todos los lados y telarañas por todos los rincones. Encontré una rata muerta al lado de una mesa que estaba siendo devorada por varias arañas a la vez. ¡Qué asco!
-Mira bien por donde pisas-me aconseja Lucy.-Y atenta al walkie.
-Vale-contesto y en ese momento nos separamos.
Al parecer, me ha tocado el piso de arriba. Qué bien, tengo que subir las escaleras... Cada escalón que piso hace un horrible crujido y me da miedo que se rompa y me haga daño. Pero no, al parecer resiste.
Visito cada una de las habitaciones del piso de arriba. El dormitorio, que tenía la cama toda agujereada. Los libros por el suelo y tienen las tapas roídas y con agujeros. Paso al cuarto de al lado que parece ser una sala de estar. Hay un sofá en el centro todo polvoriento, los cojines y la tela la tienen rajadas. De repente oigo un "pip, pip" y caigo en la cuenta de que es el walkie talkie.
-Kat, ¿cómo vas?
-Bien... y mal. Bien porque esto no da nada de miedo, es una casa sucia y ya está y mal porque cada cosa que veo me da asco y nauseas.
-Vale, ya nos queda menos. Nos quedan solo dos horas o incluso menos-me anima.-Dentro de un rato vuelvo a llamar, si tienes problemas o gritas o me llamas.
-Vale-digo y ella cuelga.
Yo sigo investigando la habitación en la que estoy. Tiene cuadros que tienen la foto rota o el cristal rajado. En una foto veo que hay una pareja bastante joven, así que con el móvil le hago una foto para luego enseñársela a Lucy. En la pareja el hombre parece ser más mayor que la mujer y parece que ella está un poco asustada. Dejo la foto a un lado y me fijo en la chimenea que tiene la sala. Hay leña, pero está llena de moho y está quemada.
Encima de la chimenea, hay varios marcos sin foros y... ésto me extraña; un bote verde brillante. Cojo el bote, porque parece limpio, pero me equivoco. Está lleno de polvo así que cojo un pañuelo de papel de mi bolsillo del pantalón y le quito el polvo, el pañuelo acaba negro y lo tiro al suelo. El bote verde brillante no tiene ninguna etiqueta o adhesivo y me pregunto que será. Tiene líquido dentro, no mucho, un dedo o dos y es de color transparente, como el agua. Le quito el corcho como puedo y sale un poco de gas, parece casera. Huelo el líquido y éste desprende un aroma agradable. Huele a refresco y a la vez, a algo agradable que no puedo identificar. No en ninguna fruta ni flor, parece refresco de una fiesta, pero pienso: "¿Un poco de refresco en un bote verde con aspecto raro? Sospechoso". En ese momento se me pasa una idea muy loca y repugnante, cosa que yo jamás haría, pero... No, no, no, no... Pienso en... quizás... Beber el líquido. Pensé que estaría bueno, tiene un aroma agradable. Me tomo por loca por pensar en eso. De inmediato cojo el bote verde brillante y meto el dedo en el bote. Lo inclino un poco hasta que el líquido toca mi dedo. Saco el dedo y me lo llevo a la boca. No pasará nada por probar un poquito. ¡No lo quiero hacer! Mi cuerpo no obedece a mi cerebro, en ese momento meto de nuevo el dedo en el líquido y lo pruebo de nuevo. Al cabo de unos segundo descubro que... ¡está delicioso! Pero no puedo hacer eso, ¿y si es tóxico? No, no, no... no lo quiero hacer, pero mi cuerpo, una vez más no obedece a mi cerebro y me llevo la boquilla del bote a la boca y... ¡empiezo a beber!
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